Cada 28 de mayo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Higiene Menstrual, una fecha dedicada a romper los tabúes, erradicar los estigmas y promover la importancia de una gestión menstrual digna y saludable a lo largo de todas las etapas de la vida.
En Coahuila, esta conmemoración cobra especial relevancia al destacar los desafíos y la persistente necesidad de garantizar el acceso a la información, productos y la infraestructura adecuada para todas las niñas, adolescentes y mujeres.
Los datos recientes de la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual en México de UNICEF realizada en 2022, revelan un panorama que exige atención y acción. Un preocupante 69% de las adolescentes, mujeres y/o personas menstruantes confiesan tener poca o nada de información al momento de experimentar su primera menstruación, cuya edad promedio de inicio se sitúa entre los 12 y 15 años. Esta falta de preparación inicial no solo genera incertidumbre, sino que puede llevar a una gestión inadecuada, afectando la salud y la dignidad.
La encuesta de UNICEF también subraya la importancia de las conversaciones en el hogar: 7 de cada 10 encuestadas señalan a su mamá como la primera persona con quien hablaron de menstruación. Sin embargo, a falta de información formal, Internet y las redes sociales emergen como las siguientes fuentes principales de información, lo que resalta la urgencia de proporcionar contenidos confiables y accesibles.
La falta de conocimiento sobre el propio cuerpo es palpable: solo el 30% de las encuestadas lleva algún tipo de control o registro de su ciclo menstrual, ya sea de la duración, el tipo de flujo o los síntomas, siendo “sentirse cansada, sensible o irritable” las condiciones más señaladas. Además, un 33% de las encuestadas reporta ciclos menstruales irregulares, un aspecto que complejiza aún más el manejo personal de la menstruación y subraya la necesidad de educación continua sobre la salud femenina integral.
Pero los desafíos van más allá de la información y el conocimiento personal. La infraestructura y la provisión de productos son esenciales. Un 20% de las adolescentes, mujeres y/o personas menstruantes que estudian o trabajan no cuentan con la infraestructura necesaria para una gestión menstrual digna en escuelas, oficinas u hogares. Si bien más del 80% sí cuenta con esta infraestructura en el ámbito doméstico, el problema persiste en ciertos hogares y, de manera más acentuada, en entornos educativos y laborales. Esto implica la ausencia de baños limpios, agua, jabón y botes de basura adecuados para desechar los productos de higiene, lo que representa un obstáculo directo para la dignidad y la salud.
Además, la encuesta de UNICEF revela que el 56% de las adolescentes, mujeres y/o personas menstruantes encuestadas refiere que su escuela o lugar de trabajo no provee gratuitamente los productos de gestión menstrual. Este dato es un llamado de atención sobre la persistencia de la “pobreza menstrual” y la necesidad de una implementación efectiva de políticas que garanticen el acceso. Se observa que el producto menstrual más usado son las toallas desechables, pero un sector importante recurre a las toallas de tela, en muchos casos, porque es la única opción disponible o una práctica familiar arraigada.
Un aspecto sorprendente que la encuesta sacó a la luz es la baja conciencia sobre la carga fiscal: hasta el 65% de las encuestadas no sabía que se pagaba el 16% de IVA por los productos de gestión menstrual en México. Cabe recordar que recién en el año 2022, este impuesto fue eliminado a nivel federal, un avance significativo que busca reducir el costo de estos productos esenciales.
Precisamente, la ignorancia y la desinformación son las principales razones mencionadas para las situaciones desagradables vividas durante los ciclos, como comentarios inapropiados en la calle, frases molestas de familiares y burlas de colegas o compañeros. Estas experiencias no solo afectan la dignidad, sino que impactan la vida cotidiana, llevando a que actividades como el deporte o las relaciones sexuales se dejen de realizar, principalmente por la intensidad de los dolores y el miedo a manchar la ropa.
La salud menstrual también abarca otras etapas de la vida. La encuesta indica que el promedio de edad en que las personas dejaron de menstruar se sitúa entre los 46 y 50 años, con síntomas de menopausia como bochornos, sudores nocturnos y cambios de ánimo, que en más del 50% de los casos no reciben tratamiento.
Coahuila: Desafíos y Avances en la Búsqueda de una Gestión Menstrual Digna
En Coahuila, se han dado pasos hacia la garantía de una gestión menstrual digna y la erradicación de la pobreza menstrual. En noviembre de 2022, el Congreso del Estado aprobó importantes reformas legales que establecen la obligación de las autoridades educativas, de salud y penitenciarias de promover, respetar y proteger los derechos relacionados con la higiene menstrual. Esto incluye la garantía de acceso a productos de higiene menstrual en entornos escolares y centros penitenciarios.
Sin embargo, es importante precisar que, si bien esta reforma es un avance legislativo crucial en Coahuila para garantizar el acceso, la realidad de su implementación aún enfrenta desafíos. No en todas las escuelas públicas se entregan de manera gratuita los productos menstruales de forma consistente y generalizada, lo que evidencia que la normativa requiere de un seguimiento y recursos continuos para traducirse plenamente en una realidad para todas las niñas, adolescentes y mujeres.
Aun con estos avances legislativos y los retos en la implementación, la celebración del Día Internacional de la Higiene Menstrual nos recuerda que el camino es continuo y que la perspectiva debe ser integral. Las voces de quienes menstrúan son claras: 9 de cada 10 adolescentes, mujeres y/o personas menstruantes encuestadas consideran muy importante la implementación de iniciativas como el otorgamiento de permisos menstruales y el aumento de recursos públicos para facilitar el acceso a dichos productos.